lunes, 16 de febrero de 2015

Capitulo 62



Cuando llego a casa de mis padres, enciendo el MAC y me dejo llevar. 

 De: Lali Espósito. 
Para: Peter Lanzani. 
Asunto: Toc, toc. 

 Vale, la he cagado. Y lo siento mucho. No debí dejar que Marcos se sentara. No debí dejar que me dijera que me quería explicar por qué me dejó. No debí sentir curiosidad por saber si lo que tenía que decime iba a ayudarme a superar mis miedos y desconfianzas. No debí pensar que sabiendo los por qués de él y de mi padre, podría avanzar definitivamente. No debí pegarme toda la conversación pensando en salir de allí para llamarte y contártelo. No debí ni escucharle siquiera darme el pésame. No, no debí haber dado pié a que esto pasara porque ni te lo mereces ni estuvo bien. Ni por supuesto me compensa ni me dijo nada que no supiera ya desde el mismo momento en el que me fijé en ti: que yo nunca quise a Marcos, nunca le deseé, nunca me hizo sentir lo que me haces sentir tú y nunca fui ni un cuarto de feliz de lo que soy contigo. 

Sé lo que debiste pensar al vernos. Y sé que te estás carcomiendo con ese pensamiento. Por favor: deja de hacerlo. Su puto abrazo y beso en la cara me pillaron por sorpresa y cuando reaccioné (en segundos) me aparté. Pero no le di más importancia a ese hecho (y te aseguro que te lo iba a contar como sabes que te cuento siempre todo) porque sencillamente me dio igual todo. Peter, yo solo te amo a ti. Perdón, yo solo te he amado a ti en toda mi vida. Y te amaré hasta el día que me muera. Nadie podría ocupar lo que ocupas tú. Como dijo Neruda «Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas». Sí, tú ocupas toda mi cabeza, mi cuerpo y mi mente. Para siempre. No puedes ni dudar siquiera de que me atraiga otra persona. Soy tuya, Peter. A pesar de que haya sido una gilipollas y te haya dejado (alego enajenación mental), siempre he sido y seré tuya. 

Incluso aunque no me quieras volver a ver en tu puta vida, que sepas que yo seré tuya. Siento todo lo que te he hecho. Sabes que lo siento de corazón. Y si estás preguntándote el por qué accedí a que Marcos se sentara en mi mesa y me hablara, te diré que en el fondo pensaba que necesitaba esa explicación. No por amor, ni por desamor, ni por odio, ni por rencor, de verdad. Aleja todos esos pensamientos de ti porque no va por ahí la cosa, al contrario. Yo no siento nada por él, nada. Pero, como te dije en su día, la humillación y la sensación de que otra persona me abandonaba otra vez me destrozaron en su momento. Llámalo orgullo, llámalo baja autoestima, pero no es amor ni es cariño ni es nada que despierte sentimientos de esos. Así que supongo que saber por qué había llegado a hacer lo que hizo era algo que creía necesitar saber para que no me sintiera tan poca cosa que cualquier mindundi me dejaba sin más. Pero como te dije en los mensajes de voz (¿los has escuchado todos?), no me dijo nada que no supiera: nuestra relación era vacía e insulsa y ni nos deseábamos ni nos amábamos. Yo solo te he deseado a ti y solo me he sentido viva contigo. Y sí, saber que no había sido mi mal genio o mi cabeza loca lo que había terminado con todo me reconfortó de cierta manera. Supongo que esa espinita clavada desapareció. Y sé que con lo de mi padre tengo un espinazo clavado y que seguramente es la raíz de todos mis problemas, pero estoy en ello, de verdad. 

Lo de Marcos solo fue una tontería sin más importancia y no te estoy contando esto para torturarte. Sé que, si has accedido a leerlo, estarás muriendo de celos, pero no te lo cuento para hacerte daño. Te lo cuento para que sepas lo que pasó y para que, al menos, leas una explicación para cuando la necesites. Si tú quieres hacerme cualquier pregunta, llámame, mándame un email, haz señales de humo si hace falta, pero hazla. No te guardes nada. Yo me muero porque me grites y me llames histérica y energúmena y te enfades como un loco y des un portazo. Y ahora te entiendo: es mil veces mejor eso que no tenerte. Es lo que has sentido tú, ¿verdad? Prefieres mil veces que te grite, que te insulte o que me pase tres pueblos a no tenerme. Dios, ¿cómo he podido estar tan ciega? Te he hecho un daño indecible y probablemente me he cargado la relación por no creerme que sea mejor la guerra contigo a la paz sin ti. ¿Podrás perdonarme? ¿Me dejarás algún día volver a tu vida? Yo lo estoy deseando. Y lo estaba deseando ayer en esa puta cafetería. La conversación de antes de ayer fue tan increíble… Solo quería volver a llamarte, a verte, a olerte, a besarte. A sentirte. 

Te necesito Peter, y ya no me da miedo ni me asusta sentirlo. Te necesito a cada segundo y a cada segundo te quiero. 

Por favor, respóndeme. Llámame. Whatsappeame. Algo. 

Algo. 

 Me quedo dormida encima del teclado sin recibir respuesta. 

Y a la mañana siguiente tampoco la tengo. 

Ni por la tarde. 

Ni por la noche. 


De: Lali Espósito. 

Para: Peter Lanzani. 

Asunto: Re: Toc, toc. 

 Me estás matando, Peter. No sé nada de ti desde hace dos días y me está desquiciando. He dormido una hora en 48 y tengo la ansiedad a flor de piel. Por favor, por pena aunque sea, dime algo. 

Siete cigarros después oigo un ruido. 

 De: Peter Lanzani. 

Para: Lali Espósito. 

Asunto: Re: Toc, toc. 

 Algo.


 ¿Y esa mierda de respuesta por qué me hace sonreír?


Continuará..

1 comentarios:

mimii 16 de febrero de 2015, 18:34  

Ayyy nooo peter no pienses cualquiera

Publicar un comentario

:3

:3

Wonderland life Designed by Ipietoon © 2008

Back to TOP