domingo, 16 de noviembre de 2014

Capitulo 67



Para cuando llegamos a nuestro destino, habíamos vuelto a encontrar la civilización. No era  la  Ciudad  de  Nueva  York,  pero  tampoco  era  sólo  tierra  y  árboles.  Varios  edificios pequeños  se  agrupaban para  formar  un pequeño  pueblo  cerca  del  hospital  adonde había estado  mi  madre.  Miré  alrededor,  intentando  encontrar  algo  familiar,  pero  sólo  había pequeñas fábricas e iglesias y tiendas.
Hermes condujo pasando unas puertas de hierro y abrí los ojos de par en par al notar dónde estábamos. Podía oír la grava crujir bajo las ruedas del auto, y él  lo llevó por el camino lentamente, deteniéndose unos cuatrocientos metros después.
Vamos —dijo abriendo la puerta—. Quiero mostrarte algo.
Salí  y  miré  el  cementerio  que  nos  rodeaba,  las  lápidas  y  estatuas  que  salían  del  césped amarillento.  Algunas  eran  más  nuevas,  los  nombres  claros  y  legibles,  mientras  otras estaban tan  antiguas  y tan desgastadas que apenas podía entender  lo que estaba escrito.
Hermes  mantuvo  la  distancia,  con  las  manos  en  los  bolsillos  como  si  temiera  tocarme,  y caminé  detrás  de  él,  manteniéndome  ocupada  intentando  esquivar  el  barro  y  la  nieve derretida.
Se detuvo frente a una tumba reciente, una que era tan nueva que no tenía lápida. Sólo un cartel temporal con un nombre escrito en marcador negro. Hermes se hizo a un lado para que yo pudiera verla, pero no había necesidad. Sabía exactamente dónde estábamos.
—Gimena  Esposito  —dije  suavemente,  pasando  mis  dedos  temblorosos por  las  letras  que formaban su nombre—. Pero pensé que ella estaba…
—¿Viva? —dijo Hermes, y asentí—. Como una deidad, sí. Pero tomó una forma mortal para concebirte, y esa forma mortal murió hace diez días.
Estaba en silencio, preguntándome qué esperaba que le dijera.
—Sigue siendo tu madre —dijo—. Pero debes comprender que las cosas no serán iguales entre  ustedes  ahora,  y  las  cosas  no  serán  iguales  entre  tú  y  Peter,  o  tú  y  el  resto  del consejo tampoco.
Se me erizaron los vellos al oír eso.
—¿Y nada será igual entre nosotros tampoco? —dije, pero en lugar de mostrarse enojado o frustrado, Hermes se encogió de hombros.
—De alguna manera diferente, dado que eres más cercana a ellos dos, pero sí. Algo así.
Me acerqué al cartel, pasando mis dedos sobre él mientras miraba el montículo de tierra que cuidaba el cuerpo humano de mi madre. No estaba segura de qué sentir… la tristeza era inevitable, pero había una mezcla de otras cosas que no entendía. Alivio, quizás, de que su batalla hubiese terminado. Temor por esta nueva realidad a la que me enfrentaba y las verdades que aprendí mientras ella estaba muriéndose en una cama de hospital. Pero por sobre todas las cosas sentía un dolor punzante en mí, y me tomó varios segundos notar que extrañaba la vida que habíamos tenido antes de venir a  Eden.  No  los años de enfermedades y dolor, sino los viajes al Central Park. Los árboles de Navidad. Los días que sabía  que  mi  mejor  amiga  estaba  a  unos  pasos  de  distancia  cruzando  el  pasillo.  Eso  se había acabado ahora, y una nueva existencia se abría ante mí, vacía salvo por los rostros de Peter, mi madre y el resto del consejo.
—Sé  que es  el fin  —dije, poniendo  una mano  en la  tierra—.  Lo  he sabido  por  bastante tiempo.
—No, no lo es —dijo Hermes, de pie detrás de mí—. Es el comienzo.
Nos quedamos ahí hasta que el frío se metió bajo mi ropa y el viento me alborotó el cabello, dejándome congelada y húmeda. Acepté su mano mientras me levantaba, y toqué el cartel una última vez, una prueba de la humanidad y de mi corta existencia en un mundo donde todo moría. Finalmente, con el corazón pesado, me alejé.
—¿Y qué vas a hacer en el verano? —preguntó Hermes mientras caminábamos al auto. 
Aunque era un obvio intento por subirme el ánimo, me tomó un tiempo responder, con mi mente  demasiado  saturada  con  pensamientos  sobre  mi  madre.  Me  sentía  anclada  a  su tumba, pero con cada paso, el peso parecía disminuir. Nunca se iría del todo, lo sabía, pero al menos estaba segura de que un día sería capaz de aceptarlo.
—No lo sé —dije, y miré el piso mugriento mientras consideraba mis posibilidades. Podía volver a Nueva  York, pero no había nada  para mí  ahí.  Podía  quedarme en Eden con  los árboles,  pero  me  imaginé  que  me  aburriría  después  de  un  mes—.  Quizás  probar  la verdadera comida griega. Nunca he ido a Grecia, sabes.
—Grecia —dijo Hermes, y había un vacío en su voz que me inundó—. Es linda en el verano.
Tentativamente me estiré para enganchar nuestros brazos, y él no se alejó. 
—¿Quieres venir?
Sus ojos se abrieron de par en par. 
—¿De verdad?
—Por supuesto. —Sonreí con esfuerzo, pero eso no la hizo menos real—. No quiero ir a Grecia sola, y no me imagino un mejor guía turístico que uno de mis mejores amigos.
Lentamente una sonrisa se extendió por su rostro, pero había algo distante en sus ojos que no podía ignorar del todo.
—Eso realmente me gustaría.
La grava crujía bajo nuestros pies mientras llegábamos al auto, y él me abrió la puerta, con el silencio entre nosotros ahora siendo cómodo, en lugar de feo y tenso. Me senté y me relajé contra el asiento mientras él se sentaba detrás del volante. Había una pequeña duda en mi mente mientras le sonreía y volvía a ver esa mirada en él, pero la alejé. Las cosas no eran perfectas ni de lejos, pero sin importar qué pasara, tenía otra vez a mi amigo.
Mientras nos alejábamos, me di vuelta para ver la tumba de mi madre, oscura  contra las pilas de nieve que quedaban. Hermes tenía razón; éste no era un fin. Era el comienzo que mi madre quiso para mí, y el comienzo que yo siempre quise para mí misma. Quizás no había planeado  vivir  para  siempre,  pero  ahora  que  era  así,  iba  a  aprovechar  cada  momento  al máximo.




FIN

Bueno chicas hemos acabado la primera novela en este blog, ahora me pondré a editar las sinopsis de las posibles novelas que leeremos a continuación de esta, espero les haya gustado esta novela tanto como ami. El final seguro no le va a gustar a todas pero bueno pensemos que van a estar juntos todo los Inviernos del año! Muchísimas gracias por haber leído conmigo la primera novela que cuelgo en mi blog y espero que sigan leyendo la otra que elijáis vosotras.

Besos
@heartespos

3 comentarios:

Unknown 17 de noviembre de 2014, 0:16  

Wow solo wow lei todos los capitulos que subiste de la novela y cada uno me encanto por algo en especial pero sobre todo por la manera en que lo escribías
Espero que subas las sipnosis si se elige una y ya empiezas a
subir

Anónimo 17 de noviembre de 2014, 1:19  

Simplemente decirte que me encanta como escribes y me ha encantado la novela ya estoy esperando la siguiente :)
No dejes de escribir por que lo haces genial de verdad besos zaira @zairasantos7

Chari 17 de noviembre de 2014, 2:46  

Un buen final,aunque un tanto diferente.
Me encantó .
Espero la siguiente.

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:3

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