jueves, 13 de noviembre de 2014

Capitulo 62


Atenea se puso de pie después, su cabello que flameaba en una luz brillante. 
En la prueba de la Pereza, Lali pasó. —Artemisa me dio una sonrisa traviesa—.Tus hábitos de estudio eran bastante inspiradores, sabes.
¿Esto era lo que Peter quiso decir cuando había dicho que posiblemente no podría fallar después de casi matarme estudiando para esa estúpida prueba? Tenía que ser, pero ellas no podían ser tan simples.
Hestia  era  la  siguiente.  Artemisa  lucía  tan  cálida  y  maternal  como  siempre,  y  era  difícil  de imaginar que pudiera ser parte de algo tan aterrador y oficial.
En  la  prueba  de  la  Codicia,  Lali  pasó.  —Artemisa  debe  haber  visto  mi  mirada  confusa, porque  ella  sonrió  y  añadió—:  Tu  ropa,  querida.  Cuando  te  ofrecieron  un  nuevo guardarropa, tú no dudaste en permitir que tus amigos se ayudaran a sí mismos también.
Di un suspiro de alivio, al parecer no tener gusto en los vestidos era una virtud.
—La Gula —dijo Artemisa, de pie. Fruncí el ceño… de todos ellos, pensaba que Hera habría sido  quien  manejaría  eso—.  Mientras  que  Lali  se  hizo  consciente  de  que  ésta  era  una prueba, y aunque estuvo inconsciente la mayor parte del tiempo, voluntariamente tomó la decisión de dejar de comer. —Artemisa levantó una ceja—. Aunque yo te recomendaría por lo menos tres comidas al día fuera de estas paredes.
Afrodita se puso de pie luego, girando de un lado a otro con una sonrisa infantil en su rostro. 
—En cuanto a la Envidia, Lali pasó con gran éxito.
—¿Envidia? —dije, mi voz quebrada mientras trataba de recordar que podría ser.
—El día de la muerte de Dioniso. —Ella me lanzó una mirada de disculpa y le guiñó un ojo a  él—.  No  dejaste  que  los  celos  interfirieran  en  tu  decisión.  Quiero  decir,  no  estabas celosa… ése es el punto. Eras justa, y paciente conmigo, aunque yo no lo merecía.
Entonces Dioniso —o quien sea que él fuera— en realidad había sido asesinado. O lo que sea, porque yo estaba bastantemente segura de que los dioses no podían morir. Encontré algún tipo de alivio al saber que no todo sobre estos seis meses había sido un guión. Hera  era  la  siguiente,  esta  pálida  y  conmocionada,  aunque  su  voz  sonaba sorprendentemente fuerte.
—La Ira —dijo ella, levantando sus ojos para encontrarse con los míos. Por un momento, creí haber visto la sombra de una sonrisa en su rostro, pero se fue tan rápido como había venido—. Con tú decisión de hoy en cuanto al castigo por mis acciones, Lali has pasado.
Estaba segura de que lo que había hecho Hera no había sido planeado, lo que significa que no todas las pruebas habían sido decididas antes de tiempo. ¿Qué habría sido lo que la motivó a intentar matarme? De cualquier modo, cinco lista, faltan dos.
Zeus fue quien se puso de pie después.
—La  lujuria  —dijo  él,  y  mi  corazón  se hundió. Él  no  me  podía  reprobar  por  eso.  Ellos tenían que saber lo que Hera había hecho—. Tuviste relaciones lujuriosas con nuestro hermano,  un  acto  que  está  estrictamente  prohibido  antes  de  que  el  concejo  tome  una decisión y que el matrimonio ocurra.  —Él presionó sus delgados labios, y de repente me faltaba el aire, ¿él no entendía que nosotros habíamos sido engañados? Tenía que existir un truco, una escapatoria, algo que les hiciera perdonar esa noche.
—Pero... —comencé, pero la voz de Zeus cortó la mía.
—Lo siento, Mariana, pero en la prueba de la lujuria, tú has fallado.
Fallado.
Las  palabras  se  repetían  sin  parar  en  mi  cabeza.  La  habitación  comenzó  a  girar  a  mi alrededor. Y sólo mi taburete de hierro fuerte me impido caer. Mi pecho dolía, Y yo sentí
como si el aire en sí mismo presionara sobre mí. Haciéndome imposible respirar. Esto no podía estar sucediendo.
—Hermano  —dijo  Peter  con  la  voz  tirante—.  Me  gustaría  impugnar  la  decisión  del consejo sobre esto.
—¿Si?  —dijo  Zeus.  Miré  esperanzadamente  entre  ellos,  luchando  por  mantener  una espiral descendente en la desesperación. Todavía había una oportunidad.
—Como  ustedes  saben,  la  prueba  en  cuestión  fue  comprometida.  Ambos  estábamos  con grandes  dosis  de  afrodisíaco  que  afectó  tanto  nuestra  mente  como  nuestros  cuerpos, permitiendo que nuestras inhibiciones  fueran reducidas. Si alguien debe ser culpable por aquella noche, ese soy yo.
—No —dijo una pequeña voz. Hera—. Soy yo. Yo soy quien lo hizo. Pensé… yo pensé que si ella fallaba en la prueba...
Zeus frunció el ceño. 
—Sí, estoy consciente. Pero tú sabes tan bien como yo que nuestras reglas son firmes. No importan las circunstancias, ellas deben ser seguidas.
Peter suspiró, y algo dentro de mí se rompió. Se veía tan destrozado como yo me sentía, agotado por el dolor claramente, pero fue la forma en que me miró, esa agonía. Sus ojos estaban  nublados por la  angustia, y  ya podía  verlo alejarse.  Se había  atrevido a  guardar alguna esperanza en mí. Lo había intentado porque  yo lo había obligado, y era  mi culpa que él se viera así. Era mi culpa que a él le doliera tanto.
—No —solté—. Peter no se merece esto. Hera dijo que esto era su culpa, y ella lo hizo a propósito. Esto no debería contar. No puede contar.
—Me temo que esto no depende de ti. —Zeus frunció el ceño, y contra mi buen juicio, lo fulminé con la mirada.
—Él es tu hermano, y si tú haces esto, él morirá… o dejara de existir o lo que sea. No me importan  cuán  estrictas  sean  sus  reglas.  Si  lo  amas  la  mitad  de  lo  que  yo  lo  hago,  no entiendo por qué no consigues ver que esto no es justo.
—Esto no siempre es acerca de la justicia.  —La voz  de Zeus era más suave de lo que esperaba,  y  su  expresión  era  extrañamente  compasiva—.  A  pesar  que  la  evidencia demuestra lo contrario.  —Miró a Afrodita, y ella rodó  sus ojos—. Nosotros no  toleramos la lujuria.
¡Pero no fue lujuria! —Estúpidamente trate de ponerme de pie, y el dolor explotó en mi pecho, pero yo me negué a dejar que esto fuera el final—. No soy culpable  de  la lujuria, porque lo amo. Tú no puedes acusarme de algo que no hice, no cuando Peter tiene que morir por ello. Algo más. Está bien… hagan lo que quieran conmigo, no me importa. Pero no  le  hagan  esto  a  Peter  —dije,  las  lágrimas  borraban  mi  visión—.  Por  favor.  Haré cualquier cosa.
—Lali  —dijo  Peter.  Su  rostro  endurecido  y  sus  hombros  estaban  tensos,  como  si estuviera luchando para quedarse quieto—. Está bien.
—No, no lo es. No es justo.
—Mariana —dijo Zeus—. Tú dices que harías cualquier cosa, pero no estás haciendo lo único que te pedimos.
—¿Qué? —Limpié mis mejillas con la manga de mi vestido.
—¿Aceptas tu fracaso y las consecuencias de ello?
No,  desde  luego  que  no.  Esto  era  una  broma  cruel,  una  burla  a  la  justicia.  Peter  y  yo finalmente teníamos una oportunidad de ser felices, y ahora ambos habíamos perdido. No podía  mirar  el rostro de Peter  o  de  cualquiera  de  las  otras caras que me rodeaban,  no podía soportar ver su decepción.
—Acepto  que  el  consejo  ha  decidido  que  fracasé,  sí  —dije  con  la  voz  ahogada—.  Y entiendo  lo  que  esto  significa…  pero  no  creo  que  sea  justo  lo  que  están  haciendo  con Petery si hay algo que pueda hacer para a hacerles cambiar de opinión, lo haré.
Zeus me miró, y había algo tan intimidarte sobre él que me pregunte si iba a golpearme o cualquier cosa que los dioses hacían a las personas que no le gustaban.
—Has fallado, Mariana. No hay nada que puedas decir que pueda cambiar ese hecho.
Parpadeé  con  rapidez,  tratando  de  recuperarme.  No  quería  que  el  último  recuerdo  que Peter tuviera  de  mí  fuera  éste,  de  vuelta  en  mi  asiento  con  mucho  esfuerzo  para afrontarme al fin a él, me las arreglé para dejar salir un pequeño: 
—Lo siento.
Él no mantuvo mi mirada, y yo no podía culparlo. Había fallado, y ahora él tenía que sufrir por ello.
Atrapada entre la ira y la desesperación en esta sala que parecía presionar alrededor de mí, entregaba golpe tras golpe aplastante, cuando lo único que yo deseaba más que nada era poder volver hacia atrás el reloj a esa noche con el fin de evitar que sucediera. Peter se merecía mucho más que esto, y yo no fui capaz de dárselo, no importa lo mal que lo hice.
El  silencio  parecía  hacer  eco  en  el  salón  de  baile,  ya  que  nadie  dijo  ni  hizo  nada.  Los segundos sólo pasaban, pero se sentían como horas. Como una amargada decepción que se asentaba en la boca del estómago,  cuando un pensamiento racional vino a mi mente:  ¿Y ahora qué?
Un ruido detrás de mí me llamó la atención, y traté de darme la vuelta para ver qué era, pero con cualquier movimiento que hiciera sentía como si mi pecho estuviera en llamas. Oí el  ruido  de  una  puerta  cerrándose,  y  el  suave  clic  de  los  tacones  contra  de  mármol haciendo eco a través del salón de baile.
—Hermana —dijo Peter, con su voz de oro que provocó que mi dolor menguará. Cuando miré las caras de los otros miembros del consejo, me di cuenta de que todos parecían estar felices  y  aliviados.  Y petulantemente,  me  di  cuenta,  mirando  a  Afrodita.  Que  Incluso  Hermes parecía contento de verla.
—Hola, Peter.
Solté  todo  el  aire  de  mis  pulmones  cuando  su  voz  llenó  mi  cabeza,  espantando  mis pensamientos  hasta  que  no  quedaba  nada más que su  voz.  Olvidando  el  dolor,  estiré  mi cuello  para  verla,  mirando  como  saludaba  a  todos,  especialmente  a  Hera con  una sonrisa y un beso en la mejilla. Haciendo su camino alrededor del círculo y cuando llegó a donde estaba Peter, la recibió con los brazos abiertos.
En  el  fondo  de  mi  mente  me  di  cuenta  que  estaba  boquiabierta,  pero  yo  no  podía demostrarlo. Artemisa se separó de Peter y se sentó en el trono a su lado, en el de las ramas y las  enredaderas  que  había  estado  anteriormente  vacío,  y  algo  dentro  de  mí  cayó  en  su lugar.
—Hola, Lali —dijo, y abrí y cerré la boca varias veces, pero no salió nada. Por último, me obligué a tragar, y cuando me las arreglé para hablar, me salió algo más como un graznido.

—Hola, mama

Bueno chicas eso es too por hoy el final ya esta cerca muy cerca así que decidme que queréis para la próxima novela, una adaptación, una novela mía... O sino yo ya entre estoy días tengo pensado en seguir con una adaptación pero estoy entre tres os parece bien que os suba las sinopsis y vosotras mismas elegís? 
Que tenga un maravilloso día.
Besos
@heartespos

2 comentarios:

Chari 15 de noviembre de 2014, 13:59  

Jajjajajajjajajja,acerté,k milagrito.
Espero esas sipnosis.
Y si decides k sea tu novela ,la leeré igualmente.

Anónimo 16 de noviembre de 2014, 7:55  

mas por favor estoy desde hace rato esperando el capitulo 63 por favor sube lo mas rapido que puedas jajaja medio desesperada yo .Bss espero el próximo cap

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