jueves, 6 de noviembre de 2014

Capitulo 47



Esto la hizo prestar atención. Girándose alrededor, ella me miró con la boca abierta. 
—Así es como va —dije con vehemencia—. Cualquiera de los dos, o Apolo es inocente  y Dioniso fue quien lo atacó, o Apolo es culpable y Dioniso se defendía. ¿Siquiera te importa, o simplemente estás molesta porque perdiste un juguete? 
Hirviendo, comencé  a pasearme de arriba a abajo en la  habitación.  No podía recordar la última vez que estuve así de enojada en mi vida. 
—Lo entiendo, estás muerta, tu vida terminó y te diviertes mientras puedes. Pero esto ya no  es  divertido,  no  para  nadie  más  que  tú,  estás  jugando  con  estos  chicos  como  si estuvieran aquí sólo para entretenerte. Actúas como si nadie más importara en la relación excepto tú consiguiendo lo que quieres, y ahora Dioniso está muerto por ti.  
—¿Me estás culpando? —dijo—. Pero yo no lo maté. 
no lo cortaste en pequeños trozos, pero eres la razón de que ocurriera. —Me detuve frente  a  la  cama,  corriendo  mis  dedos  por  mi  pelo—. Artemisa  quiere  que  te  vayas.
Francamente,  si  todo  lo  que  vas  a  hacer  es  perder  el  tiempo  durmiendo  con  todos  los chicos en la casa y a actuar como que el mundo gira a tu alrededor, entonces yo también lo quiero. Eres inútil aquí. Lo único que has hecho es discutir con Artemisa y matar a Dioniso.  
En el momento en que lo dije, me arrepentí, pero no podía retirarlo. Era la verdad, o por lo menos una exageración de la misma. Pero cuando miré a Afrodita, vi a una chica asustada que era mi amiga, no a la odiosa prostituta, egoísta que había pintado. Mi estómago se retorció,y la culpa me inundó tan rápido que sentí que me estaba ahogando. 
—Peter  te  permitió  permanecer  aquí  porque  somos  amigas  —logré  decir,  y  cuando estuve más tranquila, mi voz tomó lo frío de la acusación—. Y lo somos, Afrodita, o al menos eso creí. Pero él corrió ese riesgo por mí, y todo lo que has hecho es conseguir que uno de sus hombres muriera y volver a otro un asesino. ¿Tienes alguna idea de lo terrible que me hace sentir? 
Afrodita me miró fijamente, su labio inferior temblaba. 
—Estás celosa —susurró—, porque estás atascada con Peter para toda la vida, mientras que  yo  puedo  estar  con  quien  yo  quiera.  Reconoce  que  la  única  razón  por  la  que  estás actuando de esta manera es porque yo tengo una opción y tú no.  
La fulminé con la mirada, tratando de ignorar la forma en que sus palabras resonaron en mi mente. ¿No había estado pensando en lo mismo unos meses antes? Pero yo no iba a dar a Afrodita la satisfacción de pensar que tenía razón. No la tenía, ya no. 
—No trates de voltear esto hacia a mí  —le dije—. Yo tenía una opción, y ya decidí. Más importante,  estoy  feliz  con  mi  decisión,  y  estoy  haciendo  todo  lo  posible  para  vivir conforme a ella. No estoy celosa de ti, Afrodita. Me das vergüenza.  
El  dolor  en  sus  ojos  era  horrible  de  ver,  pero  me  obligué  a  seguir. Artemisa  tenía  que comprender  que  había  límites,  y  hasta  que  dejara  de  hacer  daño  a  otros,  yo  no  podía mantenerme al margen y sólo observar como lo hacía. 
—Quédate en Eden el tiempo que quieras, pero no te atrevas a acercarte a mí, o Artemisa, o a Apolo, o a cualquier otro hombre en este lugar de nuevo, ¿me entiendes? Déjalos en paz.
Déjame a en paz. Tengo suficiente a lo que hacer frente en este momento sin tener que asegurarme de que no mates a nadie.
Me hubiera arrepentido si la hubiese mirado, así que salí de la habitación y pasé a Peter,que  me  siguió  sin  palabras  hasta  mi  habitación.  Quería  cerrar la  puerta,  pero  él  estaba detrás de mí. Pogo y Hera se acurrucaban aún juntos en el suelo, y la almohada que pateé no los golpeó por unos centímetros. 
—¿Y ahora qué? —dije, dirigiéndome a Peter—. ¿Nos sentamos aquí y hablamos sobre lo que pasó? ¿Somos los jueces? ¿El jurado? ¿Qué pasa ahora?  
—Nada —dijo, rascando a Hera detrás de las orejas—. Ya has tomado tu decisión. 
Hice una pausa. 
—¿Qué?
—Avfrodita no tendrá ningún contacto romántico con los hombres, ni tendrá ningún contacto contigo o con Artemisa  —dijo peter, y se sentó en  la  cama—.  En cuanto a Apolo, no puedo pedirte que hagas un juicio. Todavía no.  
—¿Por qué no? —dije, mi garganta seca con la idea de que no volvería a ver a Afrodita otra vez.  Después  de  todo  lo  que  habíamos  pasado  desde  septiembre,  me  sentí  como  si  le hubiera fallado. Pero en cierto modo, ella misma se había fallado, ¿no? En realidad sabía que  no era  su  culpa,  no  podía  haber  previsto  que  esto  pasaría.  Sin  embargo, había  sido descuidada, y yo estaba allí, y la dejé serlo. Esto estaba sobre mis hombros, también. Pero no importa de quién era la culpa, Dioniso todavía estaba muerto. 
—Debido a que aún no tienes la capacidad de ver a través de una mentira. —Caminó hacia mi armario, y empezó a recoger la ropa como si estuviéramos hablando del tiempo o algo mundano. 
Levanté las cejas. 
—¿Tú si? 
Él no me hizo caso. 
—Tampoco  tienes  el  poder  para  ir  al  Inframundo  y  preguntarle  a Dioniso.
Afortunadamente, eso no será necesario. Ya sé lo que pasó.  
Abracé  a  Pogo  contra  mi  pecho,  encontrando  consuelo  en  su  cuerpo  caliente. No quería preguntar,  temiendo  la  posibilidad  de  que Apolo  fuera  culpable. Peter  podría  buscar  través de mi armario para siempre, y me diría tarde o temprano, así quisiera oírlo o no. 
Pasó un minuto y, finalmente, puso un par limpio de jeans y un suéter blanco en la cama. 
—Apolo  está  diciendo  la  verdad  y,  por  lo  tanto,  no  va  a  ser  procesado  legalmente.  Tu castigo para Afrodita es apropiado, y no hay necesidad de que yo intervenga. Voy a instruir a los demás para asegurarme de que sigan tus restricciones, y eso será el final de todo. 
Asentí  con  la  cabeza,  aturdida.  Dejando  a  Pogo  en  el  suelo,  me  quité  la  ropa  detrás  del biombo  en  la  esquina.  No  había  nada  más  que  hablar,  y  el  peso  de  mi  juicio  caía pesadamente sobre mis hombros.  ¿Había hecho lo correcto, o había reaccionado con ira?
¿Y cómo Afrodita que ya estaba tan sola en esta casa sobreviviría al ser separada de Apolo y de mí así? 
—Te veré en el desayuno entonces —dijo Peter, aunque el pensamiento de la comida fue suficiente para hacerme tener náuseas. 
Oí la puerta abrirse, pero no cerrarse. Todavía distraída por la idea de lo que había hecho a mi única amiga en la Mansión Eden, me abroché los vaqueros y salí de detrás del biombo,sólo  para  ver  que  Peter seguía  allí.  Tenía  los  hombros  agobiados  por  alguna  carga invisible, y él se metió las manos en los bolsillos, luciendo tan similar a cómo había estado en la habitación de Perséfone, que una sacudida de miedo me recorrió el cuerpo. Pero sus
ojos no estaban amortiguados como lo habían estado tantas semanas atrás, estaba cansado,pero no se había dado por vencido. 
—Lo que hiciste hoy nunca es fácil —dijo—, pero era necesario. No me puedo imaginar lo difícil que es para ti, especialmente si consideras a Afrodita tu amiga. 
—Era mi amiga —le susurré, pero no estaba segura de si él me escuchó. 
—No te sientas culpable por ello. Sus acciones no son suyas. No me arrepiento de haberla invitado aquí, sabiendo que ella, hasta ahora, había sido buena compañía. Tu seguridad y felicidad son lo que más me importa.  
Asentí  con  la  cabeza  y  él  se  fue.  Echando  un  vistazo  a  la  reflexión  que  me  había  dado, ahora  sentada  sobre  mi  mesa  de  noche,  me  sentía  aún  más  culpable  que  antes.  No importaba cuán culpable fuera ella, si ni siquiera podía proteger a Afrodita, ¿cómo iba a poder hacer lo mismo por Peter? 

Incluso  si  esto  no  había  sido  una  prueba,  todavía  había  varias  por  venir.  La  palabra incorrecta,  la  idea  errónea,  la  acción  equivocada,  y  todo  habría  terminado.  La  vida  de Peter  no  era  menos  frágil  que  la  de  Dioniso,  o  incluso  la  de  mi  madre,  y  sentí  que comenzaba  a  agrietarme  bajo  el  peso  de  luchar  por  él.  Peter  se  mantenía  al  margen porque yo le había obligado, yo le obligaba a prestar atención, pero no podía hacer que le importara. Yo era la única luchando por él, y ya no estaba tan segura de estar preparada para el reto.

Besos
@heartespos 

2 comentarios:

siempre 8 de noviembre de 2014, 22:33  

Aaaah me muerooo!!!
Dioooss aaah..
Afrodita es tonta o q???hizo muy bien Lali..
Por qué Peter es tan helado??
Parece al señor frizer de Floricienta!!
Jajajaja..ya espero el prox cap..
Besos desde Italia :)
@pl_mialma

Chari 9 de noviembre de 2014, 3:13  

Peter dio x acertadas las decisiones d Lali.

Publicar un comentario

:3

:3

Wonderland life Designed by Ipietoon © 2008

Back to TOP