domingo, 13 de julio de 2014

Capitulo 1

La foto no tiene nada que ver con el capitulo.
Pasé mi cumpleaños número dieciocho manejando de la ciudad de Nueva York a Eden, Michigan,  para  que  mi  madre  pudiese  morir  en  la  ciudad  que  nació.  Quince  mil ciento  noventa  y  nueve  kilómetros  de  asfalto,  sabiendo  que  cada  señal  que  pasábamos me llevaba más cerca, al que sin lugar a duda, sería el peor día de mi vida.
En lo que respecta a los cumpleaños no lo recomendaría.
Manejé todo el camino. Mi madre estaba muy enferma para estarse despierta por mucho  tiempo. Manejé sola, pero no me importó. Me tomó dos días, y dos horas después de que cruzamos el puente de la Península Superior  de Michigan, ella se  veía exhausta y rígida por estar en el coche durante tanto tiempo, y si yo  nunca  veía un tramo de carretera de nuevo, sería demasiado pronto.
—Lali, detente aquí.
Le di a mi madre una extraña mirada, pero encendí la luz intermitente de todas formas. 
—No se supone que tomemos una salida hasta dentro de cinco kilómetros.
—Lo sé. Quiero mostrarte algo.
Suspirando  interiormente,  hice  lo  que  ella  dijo.  Ella  ya  tenía  los  días  contados  y  las probabilidades de que ella tuviese un día extra eran mínimas.
Había  pinos  por  todos  lados,  altos  y  amenazantes.  No  vi  señales,  ni  marcadores  de kilómetros, nada más que árboles y un camino sucio. Ocho kilómetros después comencé a preocuparme.  
¿Estás segura de que es el camino es correcto?
—Claro que estoy segura. —Ella apoyo su frente contra la ventana, y su voz era tan suave y rota que apenas si podía entender—. Falta lo un kilómetro y medio más o menos.
—¿Qué es?
—Ya verás. 
Después de un kilómetro y medio, la cerca comenzó, se extendida por un lado del camino, tan alta y gruesa que era imposible ver lo que estaba del otro lado, y debieron ser otros tres kilómetros antes de que saliéramos en un ángulo recto, formando una especie de línea divisora. Todo el tiempo que manejamos mi madre se quedó viendo la ventana, embelesada. 
—¿Esto es todo? —No quise sonar tan cortante, pero mamá no pareció notarlo.
—Claro que no es todo… voltea a la izquierda aquí, cariño.
Hice como me dijo, guiando el coche alrededor de la esquina. 
—Es  agradable  y  todo  —dije  con  cuidado  no queriendo molestarla—,  pero  sólo  es  una cerca, no deberíamos encontrar una casa y…
—¡Aquí! —El entusiasmo en su voz me sorprendió—. ¡Justo allí!
Estirando el cuello, vi de lo que ella estaba hablando. Situado en el centro de la cerca había una puerta de hierro forjado, y entre más nos acercábamos más parecía crecer. No era sólo yo… la puerta era monstruosa. No estaba allí para verse bonita. Estaba allí para asustar fuertemente a cualquiera que pensara en abrirla.
Yo  desaceleré  parando  frente  a  ésta,  tratando  de ver entre  las  barras,  pero  todo  lo que podía  ver  eran  árboles.  La  tierra  parecía  sumergirse  en  la  distancia,  pero  no  importaba cuanto estirara el cuello, no podía ver más allá.
—¿No es hermoso? —Su voz era alegre, llena de luz y, por un momento, parecía su vieja  yo. Sentí su mano deslizarse junto con la mía y la apreté tanto como me atrevía—. Es la entrada a la Mansión Eden.
—Se  ve…  grande  —dije,  con  tanto  entusiasmo  como  me  fue  posible.  No  tuve  mucho éxito—. ¿Has estado alguna vez dentro?
Era  una  pregunta  inocente,  pero  la  mirada  que  ella  me  dio  me  hizo  sentir  como  si  la respuesta fuera bastante obvia, que incluso aunque nunca hubiese escuchado de este lugar, debía ser muy obvio.
Un momento después ella parpadeó, y esa mirada desapareció. 
—No en mucho tiempo —dijo ella vacíamente, me mordí el labio, arrepintiéndome por lo que  sea  que  hubiese  hecho  para  romper  la  magia—.  Lo  siento  Lali  sólo  quería  verlo, deberíamos continuar.
Ella  soltó  mi  mano,  y  de  repente  estuve  muy  consciente  de  cuan  fresco  estaba  viento contra la palma de mi mano. Cuando presioné el acelerador, deslicé mi mano devuelta a la de  ella,  no  queriendo  dejarla  ir  aún.  Ella  no  dijo  nada,  y  cuando  me  volví  a  verla,  ella estaba descansando su frente contra el vidrio una vez más.
A ochocientos metros de camino, pasó. En un momento el camino estaba vacío y al otro una  vaca  estaba  a  no  más  de  cuatro  metros  y  medio  frente  a  nosotras,  bloqueando  el camino. 
Presioné los frenos y giré el volante, el coche giró en un círculo completo, arrojando mi cuerpo hacia un lado. Mi cabeza se golpeó contra el vidrio mientras luchaba por mantener el control del coche, pero era inútil, pude haber estado intentando volar por lo bien que lo estaba haciendo.  
Paramos  milagrosamente  saltándonos  una línea  de  árboles.  Mi  pulso  se  aceleró,  y  tomé grandes bocanadas de aire, intentando calmarme. 
—¿Mamá? —dije frenéticamente. 
A mi lado, ella sacudió la cabeza.  
—Estoy bien, ¿qué pasó?
—Había una… —Me detuve concentrándome de nuevo en el camino. La vaca se había ido, confundida miré el espejo retrovisor y vi una figura parada en medio del camino, un chico de cabello oscuro alrededor de mi edad usando un abrigo negro que se movía con la brisa.
Fruncí el ceño y me volteé para intentar obtener una vista adecuada de la ventana trasera, pero él se había ido.
¿Lo había imaginado entonces? Hice una mueca y me froté la cabeza. No había imaginado esa parte.
—Nada —dije temblando—.  Sólo he estado manejando bastante, eso es todo, lo siento. —

Mientras encendía con cuidado el coche para avanzar, miré hacia el espejo retrovisor una vez  más.  La  cerca y  el  camino  estaban  vacíos.  Me  aferré  al  volante con  fuerza  con  una mano y con la otra agarré la de ella, inútilmente intentando olvidar la imagen de ese chico que ahora quemaba en mi cerebro. 

Continuará...

Un poco tarde para mi pero subo el primer capitulo de hoy. Espero que les guste

Besos.

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