martes, 9 de diciembre de 2014

Capitulo 7


Lali me cuenta desconsolada la nueva bronca que ha tenido con Nico mientras tomamos café. «Los matrimonios no son perfectos» me dice. Me cuesta creerlo de ellos. Pero es cierto. Nico es profesor de literatura y en sus ratos libres, escritor. Se pega tantas horas frente al ordenador que se olvida directamente de que tiene una mujer… que quiere tener un hijo. «Por ahí no paso, Lali. Por ahí sí que no. Yo quiero ser madre». Me pregunto por qué nico estará en plan «ahora no es momento». Tenéis 32 años ya, pasta hasta decir basta y lleváis más años juntos que, que, que algo que lleve muchos años juntos.

La calmo y le aseguro que tendrá un bebé de Nico antes de que él siquiera se baje los pantalones. euge se lo merece, joder Nico. euge se merece quedarse embarazada. Embarazada. Embarazada. Y esa palabra resuena en mi cabeza como una bomba nuclear. Marcos. Marcos tampoco quería tener hijos. Era casi tema tabú, como casarnos. Yo sí quería ambas cosas e insistí, como Euge. Lo más que conseguí fue un «no sé, quizá el año que viene». El año que viene me dejó por otra porque yo no le daba lo que necesitaba. No, parando. Me he propuesto ser fuerte y superarlo.

Cuando nos encaminamos hacia la parada del metro, miro el móvil borrando las últimas llamadas y chats de whatsapp; estúpida manía la mía porque luego tengo que volver a los contactos. Y toda la sangre abandona mi cuerpo.

– ¡Ostras!
–Qué.
–Tengo un mensaje y una llamada perdida. Joder, tenía un mensaje y una llamada suyos.
– ¿De Marcos?
–No, de Peter.
– ¿Cómo?
–Tengo un whatsapp de Peter, contestándome al que le mandé yo. Me respondió a los pocos minutos ¿Cómo no lo vi? Y luego tengo una llamada suya del sábado.
–A ver.

euge, la experta en tecnología que no sabe encender un ordenador, me quita el móvil de las manos.

«Lo que no has entendido es que el culazo en el que me fijé fue en el tuyo. Me encantaste desde que estabas sentada en esa mesa escribiendo hasta que te acercaste a la barra. Y después cuando volviste y el camarero denteroso no te hizo ni caso y pusiste tu cara de mala leche ¿Cuál es tu siguiente deseo… una caña conmigo el sábado?».

–Joder, Lali. ¿Y no le respondiste?
–Lo acabo de ver. Y a los dos días me debió llamar y no me enteré. ¡Joder!
–Eso es porque no tienes guardado su número y se te perdería en la agenda de llamadas. Y el mensaje se te camuflaría entre los del chat de Lascivos.
– ¡Pues que le den al chat de Lascivos y a ti, a Gas, a su folloamigo Ple, que ya me dirás qué clase de mote es Ple, y a Nico! ¡Joder, que ha pasado una semana!
–Tranquila La, respira. Tranquila. Más espera más atracción. Llámale.
–Ni de coña. Este ha hecho una diana conmigo. Paso.
–Lali Esposito, vas a llamarle o le llamaré yo misma. Te vas a tomar una caña con él. Y no me hagas gritar.
– ¿Y ese cambio al equipo pro Peter?
–No sé. Me ha puesto tonta lo del culo.

 La pereza que siento al darle a la tecla de llamar es brutal. Quizá esté follando con una rubia de… Para. Quizá esté tan cabreado que ni lo coja. Quizá este ocupado. Ring. Ring. Quizá esté en el gimnasio curtiendo ese cuerpo de dios griego. Ring. ¿Qué le digo si lo coge?

– ¿Lali?
– ¿Me creerías si te dijera que no había visto tu mensaje y tu llamada hasta hoy, porque mi móvil es una patata?

Dios, Lali. De todas las cosas posibles a decir esa era la única que NO debías. Desesperada se ve reflejada en tu cara.

–Por alguna extraña razón, te creo. Pero te advierto que no me gustan los juegos de «me hago la interesante y paso de ti para que tú vengas detrás». 

Las cosas son así: si pasas de tomar algo conmigo, pasas. Si no pasas, voy a por ti. Y si no pasas pero haces que pasas, paso de ti. ¿Nos hemos entendido?
Quiero colgar y tirar el teléfono por la ventana.

–Esto… ¿estás enfadado?
–Me gusta demasiado tu culo como para jugármelo a juegos de quinceañeros.

Toma, toma.

–Peter, si todo esto es por lo que leíste, solo son ideas estúpidas que no siempre tienen que ver con lo que soy.

Se ríe. Joder con su risa. Mataría por esa risa. Me excito en dos segundos. Tengo que contenerme y aprieto todo mi sexo lo más que puedo.

– ¿De verdad crees que las guarradas que escribiste son algo que yo no haya hecho ya? ¿Crees que eres la única chica que tiene fantasías? No, no es eso lo que me llamó la atención de ti, te lo aseguro.

¿Qué fue? ¿Qué fue? ¿Qué fue?

–Ah, ya. Mi culo. Qué alentador.
–No seas tonta. ¿A qué hora quedamos? Te paso a buscar en no sé, ¿media hora?
–Son las once de la noche y mañana trabajo.
–Yo también trabajo. Ya tenemos algo en común. Dame tu dirección.

Empiezo a temblar. No.

–No. No. Hoy no puedo. Yo… Peter, hoy no voy a poder. Quizá otro día. Solo te llamaba por
–Lali.
–Peter.
–Dame tu dirección para pasarte a buscar. Solo una caña. Sé que te apetece. 

Apuesto a que estás apretando tus muslos con fuerza mientras hablas conmigo.
La madre que parió a todo lo que parió la madre. ¿Cómo lo sabe?

– ¿No me digas que eres la idea número tres?
–Mmm.

Me derrito mmm mmm mmm.

– ¿El mojabragas de manual? Deja ya de apretar los muslos nena, vas a ponerme aún más cachondo.

¿Aún más? O sea ¿ya lo estás? ¿Cómo sabes qué? Empiezo a sentir miedo. Ultimas noticias sucesos: muere chica joven a manos de…

–Ahora es cuando me dices que eres El Mentalista Patrick Jane.

No he podido evitarlo. Y él se ríe tan obscenamente que me muero y aprieto los muslos tan fuerte que creo que estoy a punto de correrme.

–No, guapa, de mentalista tengo poco. Pero tú lo escribiste. Y sé lo que hay.
Libido bajando estrepitosamente. Odio a los creídos.
–Odio a los creídos.

Filtro mente boca nulo.

–Ya lo sé. Por eso me gustas. ¿A qué hora quedamos?
– ¡A ninguna!

Finjo enfado y él hace un ronroneo sensual que casi hace que tenga todos los 
orgasmos concentrados de mi vida. ¿Le gusto?

–Me gusta que seas mala… en la cama nena. Fuera de ella no. Anda, no te hagas tanto de rogar.

Deshojo mi margarita interior. Sí, no, sí no. Va, venga, aunque solo sea para un puto polvo.

–Una caña inofensiva pasado mañana a las nueve y media, en El Sol.
–De acuerdo. Una caña ofensiva pasado mañana a las ocho, en El Canterbury.
–No tolero no tener ni voz ni voto.
–No haberme hecho esperar una semana.

Y cuelga. Será cabrón. Y cerdo. Y manipulador. Y ligón. Y creído. Y seductor. Y encantador. Y guapo. Y ¿qué me pongo?

No olvideis dejar vuestro twitter

Besos
@lalisod

1 comentarios:

Anónimo 9 de diciembre de 2014, 20:31  

jajajjaja me mato Y cuelga. Será cabrón. Y cerdo. Y manipulador. Y ligón. Y creído. Y seductor. Y encantador. Y guapo. Y ¿qué me pongo?

Publicar un comentario

:3

:3

Wonderland life Designed by Ipietoon © 2008

Back to TOP