Capitulo 3
Tres cañas y ya noto mareos al subir el ascensor de mi piso alquilado. Madre mía, ¿hace cuánto que no salgo? Suspiro. Me meto directa al baño y comienzo a desmaquillarme. Y al pasarme el algodoncito y quitarme el eye liner pienso en mi conversación con Euge y en su frase del apunte cómico. Sí, siempre hago eso. Siempre maquillo lo que siento, con cuidado y mimo para que no se note mucho. Y solo cuando llego a casa me reconozco a mí misma que estoy hecha una mierda. Porque Marcos no está. Porque sus besos son de otra. Porque yo no soy guapa ni tan delgada como Euge y no encontraré a nadie con 32 años ya. Madre mía 32 años. Siento vértigo y me mareo. Porque me siento muy vacía. Porque me siento muy sola. Porque me siento débil. Porque a veces echo de menos a mi padre…
Mis padres y mi hermano pequeño viven en el pueblecito donde nací, a unas dos horas de Barcelona, a donde vine a estudiar la carrera y donde me quedé a vivir después. Y al recordarme estudiando la carrera, a mi padre, lo que pasó, y como estoy de bajón, pues me pongo a llorar delante del espejo, porque ¡qué me queda!
Elegir los muebles wengué de la estúpida señora Basona. Y no paro, no paro, no paro de llorar. Suena el teléfono.
–Hola mamá.
Mierda, qué oportuna. Me recompongo como puedo.
– ¿Qué tal hija, cómo va todo?
–Bien, ocupada trabajando.
–Ah, bueno. Deberías descansar un poco.
–Sí, pero ya sabes que Gas es un explotador.
Nos reímos.
– ¿Qué tal tú?
–Bien, también. Ocupada con las clases de pilates.
Hablamos un ratito más sobre nimiedades y nos despedimos prometiéndole ir a verles pronto. Me pongo el camisón. Mi camisón de algodón cortito de tirantes, con un poquito de encaje en el escote. Es mono, sin ser lencero. Perfecto para el día a día. Y para que no me lo vea nadie. Lloro otra vez. Me fumo un último cigarro y vuelve a sonar el teléfono. Mi madre, o no me llama nunca o no suelta el teléfono.
–Que te guardo un estofado congelado para cuando vengas.
–Vale mamá. Para cuando vaya tendré estofado. Gracias.
–Así recordarás el sabor de la comida, hija.
–No te preocupes, como bien.
–Bueno pues come mejor.
–Vale, adiós.
–Adiós cariño.
Me tomo una copita de vino. Otro pitidito del teléfono. Estoy por apagarlo pero no sé vivir sin móvil. Es un whatsapp de Euge.
«Eres fuerte reina, solo date tiempo. Yo estaré aquí para que no te caigas
demasiado».
Sonrió. Cuánto la quiero.
«Gracias, pequeña; sin ti no sería nada. Te quiero».
Me enciendo otro cigarro y vuelve a sonar el móvil. ¡No puede ser! ¿Más estofados?
Aprieto la tecla de descolgar sin mirar siquiera.
– ¡¿Y ahora qué pasa?!
–Eh…, esto…, hola ¿Lali?
Mierda. ¡Es un tío! Esa voz tan… me suena. Miro la pantalla pero no tengo registrado el número. Mierda, creo que es el tío de los tapices que me tiene que terminar el de Minerva. Ya la he cagado.
–Hola, sí, perdona, pensé que eras otra persona. Disculpa.
–Pues no me gustaría ser esa otra persona. ¡Menuda fierecilla, Lali!
¿Cómo dice usted?
–Mm. Ya, bueno. ¿Perdone, usted es?
–Soy Peter.
«Peter, tú mataste a mi padre, prepárate a morir». Es que cada vez que oigo ese nombre me sale la frase de La Princesa Prometida sola. ¡Qué le vamos a hacer!
Repaso mentalmente Peter, Peter… no me figura.
–Ah. Ya. ¿Y en qué te puedo ayudar Peter?
«Peter, tú mataste a mi padre, prepárate a morir».
–Más bien pregúntate en qué te puedo ayudar yo a ti, cielo.
Oy, oy, oy. Peter es un chulapo y me llama cielo. Siento ganas de potar. Ah, ya sé, creo que es uno de los amigos guarros de Gas ¿O era Pedro? ¿Pablo? ¿Peter?
Peter tú mataste a mi… Vale, paro.
– Oh vaya, ¿Eres el genio de la lámpara y me vas a conceder tres deseos?
–Puede ser. Y si así fuera ¿qué deseos pedirías?
–Desearía tener infinitos deseos, claro.
–Chica lista. Y ¿cuál sería el primero?
No sentirme como una mierda cuando me voy a dormir porque siento que no soy nadie, doctor.
–La paz en el mundo, no te jode. Anda dile a Gas que se quede tranquilo, mañana a las ocho estaré allí.
–Vaya por Dios, ese deseo no te puedo conceder, Lali; no sé quién cojones es
Gas.
Y cuando dice Lali con esa voz tengo una erección en mi pene imaginario.
–Pero sí que hay uno que quizá pueda. ¿Quieres saber cuál?
– ¿Tengo elección?
–No.
Se ríe. ¡Ay! Qué risita. Dios. Me acuerdo de la canción de Olé Olé. Era una voz tan masculina y viril lalalalala. Madre mía Marianita, qué mal estás.
–A ver dispara.
–Puedo arrancarte la camiseta, bajarte el pantalón, arrancarte las bragas, comértelo entero y embestirte como un miura encima de esta misma mesa hasta que te corres como una diosa.
Di algo Lali. Di algo Lali. Algo ingenioso. Algo como un te voy a denunciar. Di
algo Lali. Di algo Lali!
– ¿Hola? ¿Lali? ¿Sigues allí?
–No. Estoy llamando a la policía, pervertido.
Y el cabrón se ríe.
–Para, para, nena. No te enfades. Solo era una broma. Tengo algo que tú quieres. Llegó a mis manos de casualidad y creo que era importante para ti.
Que me maten y me arranquen los oídos porque si sigo oyendo esta voz me corro fijo.
Y entonces caigo. El cuaderno. Joder, estaba leyendo la última frase/fantasía sexual que escribí en el cuaderno sobre aquel buenorro. Respiro. No es un psicópata. No voy a salir en la sección de sucesos de Ultimas noticias… aún. Tiene mi cuaderno. Mi vida.
–El cuaderno. Suspiro. Y hasta yo sé que él ha notado que el alivio de ese suspiro me ha atravesado el alma.
–El cuaderno.
– ¿Dónde?
–Es una larga historia. Quizá algún día te la cuente.
–Oh, lo harás. Tengo una lámpara de deseos infinitos y pienso pedir ese.
Ríe. ¡Ay qué graciosita soy!
– ¿A qué hora quedamos?
Sucesos ultimas noticias: chica de 32 muere violada y descuartizada… para, Lali.
–Pues mañana estaré libre sobre las seis y media. Así que a partir de esa hora, cuando te venga bien.
–Perfecto. Salgo de trabajar sobre las cinco así que podemos quedar ¿a las siete? ¿Te iría bien en El Arándanos mismo?
–Me había prometido no volver a ese sitio en mi vida. El camarero… pero sí, me va bien.
–Bueno, quedamos en la puerta y así no tienes que ver al barrigón. Ciao, nena. Hasta mañana.
¿Nena? Ouch. Caricia en genitales. Caricia, rayos y centellas. Me he puesto tonta y todo. Pues venga, me voy a dar un homenaje a la camita.
Holaaa! Dejadme abajo vuestros twiter si quereis que os avise cuando suba, he cambiado el usser de mi twitter ahora es diferente, os lo dejo abajo.
Besos
@lalisod
2 comentarios:
"Peter tu mataste a mi padre preparate a morir" ENSERIOO??!! ME CAGUE DE LA RISA LEYENDOOO
jajajajajja me encanto
++++++
@x_ferreyre7
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