viernes, 9 de enero de 2015

Capitulo 33


Peter está de rodillas y me agarra del culo para elevarlo y poder penetrarme una vez y otra y venga más. Cuando ya no siento las piernas me mueve dándome la vuelta rápidamente, poniendo mi culo en pompa. A cuatro patitas me la clava tan hondo que golpeo la pared porque el embiste hace mover hasta el cabecero donde estoy apoyada. Me da uno, dos azotitos en el culo al ritmo de sus frenéticas caderas. Sus gemidos se oyen tanto o más que los míos. Menudo espectáculo. Pero nos da igual, estamos desatados y no tenemos vecinos.

–Te gusta que te folle así, ¿eh? Te gusta que te dé fuerte.
–Sí, sí, fóllame así, más, más.

Tengo una bestia dentro que no puede parar. Joder con las bolitas chinas. En menos de un suspiro me deshago en otro orgasmo. Dios, este hombre va a agotar mis reservas. Se me nubla hasta la vista y baja un poco el ritmo. Me coge de la cintura y se apoya en mi espalda. Nos movemos despacito, como bailando con las caderas, me gira suavemente la cara y me besa con ternura. 

Despacito. Jadeamos. Despacito. Nos besamos.

Sale de mí, me tumba boca arriba y se echa encima de mí. Abro las piernas para dejarle entrar pero en lugar de eso me besa muy dulcemente. Le acaricio el pelo con ternura. Me mira y sonríe descaradamente con su media sonrisa de malote. Algo trama. Se levanta. Se pone de rodillas frente a mí y comienza a tocarme con sus dedos todo el sexo. Su erección está brillante de mí. Con cuidado va de mi clítoris a mi vagina a… mi ano. Lo unge con mis fluidos hasta que un dedo se cuela dentro. Le miro con deseo. Sé lo que viene y estoy ansiosa y nerviosa a partes iguales. Quiero hacerlo solo si es con él. Peter interpreta correctamente mi mirada y mueve más y más su dedo, abriéndome, hasta que introduce otro.

–Tócate, nena.

Al momento mis dedos están dándome placer. Gimo. Él hace lo propio y toca su erección mientras yo le observo muerta de deseo igual que él me observa a mí. Cuando considera que estoy lista, abre sus rodillas quedando a una altura más baja y abriéndome las nalgas se hunde poco a poco en mi retaguardia. El gemido que da se ha oído en todo el vecindario, seguro. Madre mía, solo oírle gritar me pone a cien. Es un gemido tan varonil, tan lleno de testosterona que quien lo haya oído se ha tenido que correr fijo. Su pene se adentra en mí y, en contra de lo que pensaba, no me duele. Pero cuando llega hasta el final y empieza a entrar y salir con un poco de ritmo noto como un pinzamiento en mis riñones. Dios, sí que la tiene grande. Cojo aire con los dientes apretados.

–¿Te duele, cariño? ¿La saco?
–No; no, espera. Solo un poco más despacio pero sigue, sigue por favor.

Sonríe como diciendo esta es mi chica y continúa metiendo y sacando lentamente su centro de placer en mi trasero.
Poco a poco me voy relajando y comienzo a disfrutar del nuevo placer que se abre camino. Es… diferente. Morboso. Íntimo. Y como Peter parece un experto en artes amatorias, pone una mano en mi vientre, estira la otra para coger mis amadas bolitas que habían quedado tiradas en la cama y me las mete lentamente otra vez. Madre.Mía.De.Todos.Los.Santos. Y encima me acaricia el clítoris. SÍ, QUIERO. Tengo todo mi sexo ocupado con algo y no puedo más que, evidentemente, morirme ante el orgasmo; no, ante el ORGASMO más intenso que he tenido en mi vida. El que más. Y ya van unos cuantos de gran calibre. Es tan fuerte y tan inabarcable que me quedo muda y totalmente quieta, como muerta. Lo absorbo y lo absorbo y lo siento como si fuera el movimiento de una lenta estrella fugaz que se eleva y eleva y cuando parece que se va a apagar, continúa iluminando el cielo con su estela. En este caso la estela es Peter sacándome las bolas de nuevo, llevándome al Nirvana directamente. No dejo de mirarle con los ojos nublados de placer. Sigue moviéndose dentro de mí una y dos veces más hasta sacarla y correrse sobre mi depilado pubis y mis labios. Estelitas que me da mi chico. Me excita tanto eso que involuntariamente muevo mis caderas. Él me pilla enseguida y restriega la punta aún erecta por todo mi sexo manchado. Me recuerda al primer contacto sexual que tuvimos. Gimo un poco de nuevo y ante mi sorpresa, penetra mi vagina de nuevo. Hola infección, qué tal. Y cuando pienso que ha sido su pequeña estela hasta bajar por completo su erección… me penetra otra vez. Y otra. Y otra más. Y lo siento tan duro otra vez que le miro alucinada. POR DIOS Y TODOS LOS SANTOS.

– ¡Joder cómo me pones, La; no puedo parar de follar contigo!
– ¡Ni yo!

Saco la poca fuerza que me queda y con las piernas le muevo hasta quedar yo encima de él. Pobrecito, vamos a darle un descanso. Se me pasa por la cabeza que siendo que ha eyaculado dos veces ya, igual no hay una tercera… qué poco conozco a mi hombre. Arriba estoy en mi salsa. Revivo. Dios mío lo que consigue hacerme Lanzani. Yo que era de un polvito, como mucho dos, y ya no podía más; y aquí estoy, moviendo la cintura y las caderas como una loca encima del obús de mi novio buscando mi ¿quinto? Orgasmo. Y llega, ya lo creo que llega. Solo hace falta que me ponga de cuclillas encima de él para que un, vale un pequeño, orgasmo réplica me llegue y él se deshaga de nuevo conmigo. Caigo en su pecho sonriendo. No puedo más.
Me besa el pelo, la cara, los labios. Muy lento, muy bonito. Le quiero tanto… Me abraza y yo le acaricio la nuca y su sedoso pelo. Nos balancea ralentizado, saboreándome; saboreándole. Es tanta la dicha que siento que hasta me duele.

–Te quiero tanto,Lali.
–Y yo a ti. Mucho, mi amor.

Sí. Nos ponemos empalagosos after sex; qué pasa.

–Nunca pensé que pudiera querer así, que encontraría a alguien a quien querer así. Eres única, Lali. Única.
–Y tú. Me llenas. Me llenas completamente y me haces feliz.
Intento no llorar pero es imposible cuando se pone así de dulce con su vozarrón de macho ibérico y su ronquedad después de haber follado como un semental.
–Y tú a mí. Por eso quiero que vivamos juntos, que construyamos una vida juntos. Lali, me he dado cuenta de que, pase lo que pase, tú ya nunca saldrás de mí, porque yo ya no puedo vivir sin ti.

Sonrío como una idiota entre lágrimas de amor y ahogo una risita histérica de felicidad empalagosa mientras él ríe en mis labios tarareando el «No puedo vivir sin ti» de Coque Malla.

Ni que decir tiene que decidimos, por el bien de nuestra higiene, darnos una ducha para quitarme su jugo de amor que me recorre medio cuerpo y limpiar de paso las bolitas. Nos enjabonamos como tontos sin parar de decirnos cositas cursis. Tan cursis, tan cursis que mejor no las cuento.

Caemos a peso plomo en la cama rendidos, agotados, extasiados, abrazados y enamorados.


Esto es todo por hoy espero que os haya encantado, es un placer que sigais leyendo mi blog, muchisimas gracias, Feliz año nuevo, que logreís alcanzar vuestras metas este año y las del año pasado jajaja 

Besos
@onlyesps_ 

3 comentarios:

Anónimo 9 de enero de 2015, 19:03  

Me encantaaa nicole sigue asi :) quierooo masss:) besos @zairasantos7

Anónimo 9 de enero de 2015, 19:06  

Ame todos los cap que subiste.. Amo la nove amo su relación ++++++
@x_ferreyra7

Chari 12 de enero de 2015, 4:40  

Me encantaron todos los caps.
Mucho amor,y demostración d ese amor.

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