viernes, 9 de enero de 2015

Capitulo 30


Nada más cruzar la puerta del estudio oigo champán descorcharse, Moët & Chandon nada menos, y aplausos y gritos de todos. Pienso que igual en lugar de ser las diez de la mañana como creo, son las siete y Nero se ha vuelto loco de alegría. Pero no. Sonrío momentáneamente cuando recuerdo por qué me he dormido otra vez: Íñigo me tuvo anoche hasta las dos de la mañana a su merced… y yo a él hasta las tres y media a la mía.

– ¿Pero qué invento es este?

Hago mi mejor imitación de Sara Montiel.

–Anda Saritísima, ¡que la revista ArquiDeco nos ha dado un premio al Mejor Arquitecto Emergente por la casa Lexa, o sea yo, y al Mejor Interiorismo por la reforma y decoración de los Orgoya, o sea tú!

–¡¡¿Qué?!!

Me pongo a chillar como una loca, me agarro a Gas como una sanguijuela, y me da vueltas y más vueltas llorando los dos de alegría y gritando. ¡Gas y yo hemos ganado un premio de una de las más prestigiosas revistas de arquitectura y decoración del país! ¡Mi sueño, mi sueño! ¡Dios!.

Cinco minutos después seguimos abrazados, pero brindando, eso sí, el alcohol que no falte. Me tiembla todo el cuerpo y aún no me lo creo. Es un sueño hecho realidad. Es demasiado real para ser cierto, pero lo es ¡con 32 años he conseguido un premio nacional por mi trabajo! Estoy loca por llamar aPetermi familia. Cuando voy a por el bolso para coger el móvil suena el teléfono de la ficina. Lo cojo yo. Es Betty, que llama para felicitarnos. Me dice que nunca se había sentido tan a gusto decorando como conmigo y que de ahora en adelante solo trabajará con nosotros, que ya tiene otra residencia que quiere reformar y una amiga que ere conocernos. Madre mía. A Gas le aparecen los símbolos del dólar en los ojos. Nos dice también que estará en la entrega de premios y que somos muy buen tándem.

– ¿Entrega de premios?
–Sí, Lali. Entrega de premios, con discurso incluido, el jueves en los salones del Palacio Mendía. Ya sabes lo amantes de la parafernalia que son los de la revista. ¡Tenemos que irnos de compras!

Volvemos a chillar y a abrazarnos como dos locas.
Dudo si llamar primero a mis padres o a Peter pero, al fin y al cabo, he dibujado planos de esa casa con raya de ojos por su cuerpo desnudo y su espalda kilométrica, así que…

–Hola, nena, ¿va todo bien?
– ¡Me han dado el premio ArquiDeco al mejor Interiorismo por la casa de Betty!
– ¿¡Qué!? Joder, Lali ¡Es la hostia! ¡Dios, qué alegría! Me alegro mucho, mucho por mi chica. ¿Estás en el estudio?
–Sí, ¡estamos como locos! A Gas también le han dado un premio al mejor Arquitecto emergente.
– ¡No jodas! Cariño, no te muevas de allí ¿vale? Salgo pitando y llego en quince minutos.
–No hace falta, no vaya a ser que tengas pro…

Pero noto que ha colgado. Sonrío y salto. Sí, he dicho salto. Gas y yo volvemos a abrazarnos y también abrazo a los demás. Creo que Lucas está un poco con cara de circunstancia porque él no ha recibido nada, pero Gas y yo le animamos como podemos con nuestro subidón.

Ahora sí, llamo a mi madre. Se vuelve loquísima y llora como una Magdalena. Se pone mi padre, se emociona también. Dios, no. Cuelgo y Gas y yo llamamos a Euge con el manos libres. Más lloros y más gritos histéricos y cuando creo que no puedo ser más feliz, veo dos enormes ramos de flores entrando por la puerta. Uno es de rosas rojas y otro es un centro precioso. Gas los está recogiendo y me guiña un ojo. Cuelgo con euge y tomo las rosas, que son para mí. Leo desesperada la tarjeta.

«Quiero estar a tu lado viendo como recoges todos y cada uno de los premios que vas a coleccionar. Siempre he sabido que conseguirías cosas grandes. Te quiero, nena».

Lloro otra vez ¿cómo le ha dado tiempo? Nero me lee la tarjeta del otro ramo, que era para él.

«Enhorabuena por tu merecidísimo premio. Estoy seguro de que vendrán muchos éxitos más. Un abrazo, Peter».

–Dios Lali, he conocido al hombre de mi vida.
–Sí, pero su obús es mío, guapetón.

Lloramos y reímos mientras siguen llegando más ramos de flores. De colegas y de Betty, por supuesto. Pero el primero ha sido de mi chico. Y pensando en él abre la puerta y entra cuan tromba de agua a abrazarme. Me muero de la vergüenza cuando me coge en volandas y entre gritos de emoción le enrosco las piernas en la cintura, como es nuestra costumbre, pero claro, estamos delante de mis compañeros. Oigo que ríen, alentados por Gas. Dios, esto es lo más hortera del mundo pero estoy tan eufórica que me da igual. Peter tiene el don de alentar mi euforia y ahora mismo ese poder es muy bien recibido.

–Felicidades, cariño. Joder, estoy súper contento.
–Gracias, y gracias por las flores. Son preciosas y la nota más. Te quiero, Lanzani.
–Y yo a ti, bruja.
– ¿Cómo las has conseguido tan rápido?
–Los de la floristería de abajo son clientes míos. Y además les supliqué con todo mi encanto irresistible.

Me guiña un ojo y saca la lengua. Nos reímos y besamos y cuando me suelta abraza a Gas.
Poco a poco nos vamos calmando. Nos tomamos una copita de champán juntos aunque al poco Peter se tiene que volver al bufet. Me promete celebrarlo esta noche y me dice que él se encargará de todo.

El estudio vuelve al trabajo aunque Gas y yo estamos desconcentrados; no paramos de recibir llamadas de felicitación y centros de flores. ¡Madre mía ni que hubiéramos ganado el Pritzker! De clientes, de amigos como Euge y Nico … Así que decidimos darnos el gusto y pillarnos la tarde libre. Yo sigo con el subidón todo el día y llena de orgullo y satisfacción pensando en que me propuse llegar alto con esta casa y lo he conseguido. ¡Puedes hacerlo,Lali! Puedes ser la mejor si te lo propones y no dejas que nada te tire para atrás.


Espero que os guste un monton, gracias a todas por leer sé que no os lo digo mucho , pero de verdad os lo agradezco un monton 

Besos
@onlyespos_

1 comentarios:

Anónimo 9 de enero de 2015, 18:28  

Masss quierooo masss me encantaaa :)besos @zairasantos7

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