Capitulo 25
En la ducha todo son
mimos y caricias. Besos dulces y miradas tiernas ante lo que acabamos de
compartir. Intento provocarle de nuevo pero riendo me dice que con este pedal
su recuperación tardará un ratito más. Mi gozo en un pozo pero me río ante mi
necesidad de tenerlo dentro de mí a todas horas. Esto no me había pasado nunca.
Soy una ninfómana adicta a Peter.
Ya duchados y un poco
más despejados, picamos algo en la nevera sin dejar de abrazarnos y hacer el
tonto. Las manos de uno siempre están en el cuerpo del otro. Nos fumamos un
cigarrito que sabe a gloria y decidimos irnos a dormir por el bien de nuestras
futuras resacas. Ya es casi de día.
Bajo la persiana todo lo
que puedo y nos metemos en la cama agotados. Ya me voy acostumbrando a dormir
abrazada a él y ahora soy yo la que le busco. Mientras nos acomodamos y me
acaricia la espalda, interrumpe mi estado pre sueño.
–La.
–Mm.
–Lo hemos hecho sin
condón.
Arquea una ceja,
sonriendo.
–Y me he corrido dentro.
–Lo sé. Ha sido una
inconsciencia. Me tiene que bajar la regla en tres o cuatro días, así que no
creo que haya peligro alguno, pero quizá mañana deberíamos ir a la farmacia a
por la píldora del día después para estar seguros.
–No seas tonta, no me
refiero a eso. A ver, por una vez imagino que es difícil y más con lo que
dices; y aunque no fuera así, a nuestra edad ya no estamos para pastillitas ¿no
crees?
Me lo quedo mirando
extrañada.
– ¿Quieres decir que si
pasara no te importaría?
–Quiero decir que si
pasara, asumiríamos la consecuencia de ser tan conejos.
Reímos. Prosigue.
–De cualquier forma, no
te lo decía por eso.
– ¿Entonces?
–Nunca lo había hecho
sin condón. Me ha gustado. Joder, muchísimo. Y no solo a nivel físico, que es
una pasada, también porque te he sentido, a ti.
Sonríe y me besa. Mmm.
– ¿Te cuento un secreto?
–Adelante.
–Yo solo lo había hecho
sin una vez, hace muchos años, y solo fue unos segundos, no hasta el final, así
que realmente también ha sido mi primera vez piel con piel. Y ha sido increíble
sentirte. Éramos tan tú y yo, como fusionados. Y me ha encantado sentir como me
llenabas de ti.
Me pongo un poco roja.
Me acaricia la cara y sonríe abiertamente.
–Sí, increíble. Tú y yo.
Tu carne, tus orgasmos, toda tú; en mí. Y llenarte de mí es… uf, nena, me estoy
poniendo bruto otra vez.
Restriega su nariz en la
mía.
–Creo que mañana voy a
pedir hora con mi ginecóloga.
Me mira extrañadísimo.
–Cariño, no sé, yo creo
que es difícil que pase, ¿no?
–No, tonto. Quiero
decirle que me recete la píldora anticonceptiva o algún otro método de esos que
me vaya bien.
Se le iluminan la cara
como a un niño el día de Reyes.
– ¿Estás segura? No
quiero que tomes nada que no te apetezca o te pueda ir mal, pero te advierto
que hagas lo que hagas se acabaron las gomitas.
Descargaré fuera, pero pase lo
que pase no voy a volver a usar un puto condón de mierda contigo.
–Oh ¿y con las demás sí?
Digo entre risas.
–Eres idiota.
Me da un besito
sonriendo con los ojos entrecerrados y me acaricia la mejilla muy tiernamente.
Mmm. Cuando voy a responder a su beso, me calla rodeándome la cintura y
atrayéndome hacia él. Siento el calor de su pecho en los míos y le abrazo
dulcemente. Él me sigue acariciando la cara, susurrándome.
– ¿Todavía no te has
enterado, verdad?
– ¿De qué?
–De que nunca había sido
tan feliz como estando contigo.
Sonreímos abrazándonos
entre besos y caricias.
Y entre besos y caricias
nos ponemos tontos los dos.
Esta vez nos ponemos de
lado y, tentando a la suerte, volvemos a hacer el amor. Sí, el amor. Despacio,
tranquilos; sintiéndonos deliciosamente mientras llena de nuevo mi cuerpo y mi
alma.
Haaaay dice el amor esta vez, yo quiero que esten juntos ya, vosotras?
Espero que os guste
Besos!
@onlyespos_
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