capitulo 26
El resto de la mañana
no fue mucho mejor, y por la tarde fue cien veces peor. Después del almuerzo,
Artemisa se unió a nosotras, como una sombra silenciosa deambulando por la
casa, y la tensión que
causaba me daba
ganas de arrancarme
los cabellos. Afortunadamente después de unas pocas y
dirigidas miradas, se encargó de evitar a Afrodita por completo, y Afrodita se
encargó de ignorar a Artemisa.
Fue reconfortante
tener Afrodita allí. Artemisa era una pieza conocida de la realidad que solía usar
de ancla, la prueba que necesitaba para que todo esto no fuera una alucinación
elaborada.
Hizo más fácil creer
que no me estaba volviendo loca. Tal vez eso era con lo que Peter contaba.
Mientras vagábamos
por los pasillos, explorando las innumerables habitaciones, me quedé cerca de
Afrodita. No parecía importarle,
e incluso me tomó
del brazo y me
condujo de un lugar a otro, describiendo cada habitación que pasábamos
como si estuviera tratando de venderme
una casa. Hera
se nos unió,
pero Artemisa siguió
manteniendo su distancia.
A pesar de la tensión, la
tarde estuvo realmente divertida. No
fue hasta que estuvimos de regreso en mi
habitación que se hizo insoportable, todo por
las noticias entregadas por Hestia en medio de la tarde.
— ¿Un cotillón?
—dije, mi corazón hundiendo—. ¿Te refieres a un baile
A nadie más parecía
importarle. Hera chilló, e incluso Artemisa parecía emocionada.
— ¿Un baile?
—dijo Afrodita, aplaudiendo
las manos con
entusiasmo—. No tengo
nada que ponerme… ¿qué se supone
que debo hacer?
— ¿Invadir otro
armario? —dijo Artemisa. Ambas la ignoramos.
—Un baile formal
mañana por la noche —dijo Hestia—,
organizado por el consejo en tu honor. La mayoría de las veces es planificado
para el solsticio de invierno, pero ya que eres la última y todos tan ansiosos
de conocerte, se ha anticipado.
—¿Quieres decir
que no tiene
nada que ver
con el hecho
de que la
mitad de las
chicas fueron asesinadas en su baile y Peter quería asegurarse de que
ella sobreviviera a él antes de invertir más tiempo? —dijo Artemisa
inocentemente.
Hestia la miró y se
volvió hacia mí.
—Considéralo tu
introducción en la sociedad.
Suspiré y traté de
ignorar lo que Artemisa había dicho. Peter no dejaría que eso me sucediera.
No si yo era su
última oportunidad.
—No necesito ser
introducida en la sociedad. La sociedad y yo nos hemos encontrado por años sin
conocernos, muchas gracias.
—¿Todo el consejo
vendrá esta vez? —dijo Hera nerviosa.
—Esto es por Peter
—dijo Artemisa con una mueca—. ¿Realmente cuestionas que alguna vez querrán
conocerla?
—¿Quienes están en el
consejo? —dije—. ¿Por qué son tan terribles?
—No lo son —dijo Artemisa
mientras se sentaba en un sillón, manteniendo su distancia—. Son familia de Peter. Sus
hermanos y hermanas
y sobrinos, aunque
él y sus
hermanos y hermanas realmente no
están relacionados por sangre. Más bien se adoptaron entre sí ya que comparten
el mismo creador y son los seis dioses originales, pero es como se llaman a sí
mismos. Es como una descripción tan buena como cualquier otra.
—¿Como Zeus y esas
cosas? —dijo Afrodita desde su lugar en mi cama—. ¿El tipo rayo?
Casi podía ver el humo
comenzar a salir de los oídos de Artemisa.
—¿Estás loca o sólo
eres increíblemente estúpida?
Afrodita inhaló.
—Ninguno, gracias. ¿Hera?
¿Es el tipo rayo?
—Sí, ese es él —dijo Hera
desde una butaca, donde se había colapsado por la noticia—.
Es hermano de Peter.
Mordí mi labio, sin
saber qué decir. Me costó mucho creer todo esto para empezar. Añade al Rey
de los dioses,
y a cualquier
posibilidad concebible que
tenía de tomar
esto en serio… salió volando por
la ventana. Además, no tenía ninguna duda de que si realmente empezaba a creer
lo que estaban diciendo, me habría desmayado sobre el terreno, y eso era lo
último que quería. Por ahora, eran familia de Peter. Una familia que daba miedo, muy intimidante y
muy grande, pero
aun así su
familia. Podría ignorar
la parte de los
relámpagos mientras tanto.
—Nueva regla
—dije, tragando el nudo en
la garganta—. Nadie habla de ellos a menos que pregunte. Me
están volviendo loca, y no puedo hacerlo si me estoy volviendo loca, así que…
mejor no lo hagan. No hasta que el baile haya terminado. ¿De acuerdo?
Ninguna de ellas
parecía muy desdichada con esto, y todas asintieron, incluyendo a Afrodita.
—No estamos
autorizadas a decirte mucho de todos modos —admitió Hera. Fruncí el ceño, pero
no luché contra ello. Si Peter no me lo decía, entonces tendría que averiguarlo
por mi cuenta.
—Una cosa —dijo Artemisa—.
Lo último que diré sobre ello, pero que realmente debes saber.
El consejo será el
que decida si realmente pasas las pruebas. Y si no pasas, serán los que decidan
qué hacer contigo después.
Mi cabeza daba
vueltas, y dije en voz baja:
—¿Lo que harán
conmigo después? Pensé que Peter había
dicho que no sería
capaz de recordarlo.
—¡Oh, no te
preocupes! —dijo Hera, mirando fulminante hacia Artemisa—. No lo harás. No te
lastimarán ni nada, o al menos no creo que lo hagan. —Vaciló—. Nadie realmente
llegó hasta ese punto antes.
La forma
en Artemisa la
miró me hizo
pensar que no
estaba recibiendo toda
la verdad. Mi estómago se revolvió con violencia y, por
un momento, pensé que iba a enfermarme. Si no les gustaba, estaba jodida, y no
quedaría nadie para preocuparse por lo que me hicieran.
En baile? —La
risa tintineante de mi madre
se alzó sobre
la gente que pasábamos en la concurrida calle de Nueva
York, quienes se apresuraban
a nuestro
alrededor en su
camino a casa
o al trabajo
u otros lugares importantes—. Ellos realmente no te
conocen en absoluto, ¿verdad?
—No es gracioso.
—Metí mis manos en mis bolsillos, mirando al otro lado de la calle en Central
Park—. ¿Qué pasa si la familia de Peter me odia?
—Siempre es una
posibilidad, supongo. —Metió
su brazo por mi codo y me
atrajo más cerca—. Sin embargo, lo dudo mucho. ¿Quién podría odiarte?
Rodé mis ojos,
negándome a hablar de la parte en la que al parecer alguien dentro de la casa
quería verme muerta.
—Tú eres mi mad
re. Se
supone que debes decir eso.
—Es verdad. —Artemisa
sonrió—. Aunque eso no significa que no lo quiera decir.
Cerca de allí un
coche tocó la bocina con impaciencia en el tráfico lento, y mi madre y yo
éramos constantemente empujadas
a medida que
nos dirigíamos por
la acera a
nuestro propio ritmo, no
el rápido caminar
que los otros
peatones utilizaban. Cerré
mis ojos e incliné
la cabeza hacia arriba, inhalando profundamente. El olor
era excepcionalmente a Nueva
York, y me recordó lo mucho que extrañaba la ciudad. Cuánto echaba de
menos estar aquí con mi madre.
—Él cree que es un
Dios.
—¿Lo hace? —Mi madre
levantó una ceja—. Trajo de vuelta a Afrodita, ¿no?
Antes de
que pudiera responder,
ella vio a
un vendedor de
perros calientes. Traté
de decirle que no
tenía hambre, pero
ella no lo
estaba escuchando. Dos
minutos después, volvimos a
entrar en el
parque, ambas sosteniendo
perros calientes. El
suyo estaba cargado con
todos los ingredientes
que el vendedor
tenía; yo me quedé con
la salsa de tomate.
—Dijo que estuvo
casado con Perséfone —dije de mala gana. Incluso a mí, me parecía una locura
—Entonces eso
lo convertiría en
Hades —dijo ella
de forma tan
realista que le di una mirada perpleja. Lamentablemente se
dio cuenta.
—¿Qué?
—¿Realmente le crees?
—dije.
—¿Y tú no? ¿Qué más
necesita hacer para demostrártelo, querida? —Artemisa se inclinó y me dio un
beso baboso en la frente—. Tú siempre has sido demasiado práctica para tu
propio bien.
—Pero. —Tomé
una respiración profunda,
tratando de enfocar
mis pensamientos—. ¿Pero por qué?
¿Por qué le crees?
Artemisa hizo un
gesto de ancho, barriendo al parque que nos rodeaba.
—¿De qué otra forma
puedes explicar esto?
¡¡Hola!! Muchísimas,muchísimas gracias por las firmas, aunque solo sean dos por lo menos alguien me firma y me emociona bastante ya que pensaba que nadie leía la novela, veo que hay gente que lee la novela y como dijo la anónima es injusto, por eso voy a subir la novel hasta que termine.
2 comentarios:
Mass quierooo masss :) @zairasantos7 bessitos
GRACIAS no queria quedarme con la intriga de como termina!.
Yo la leo siempre, x ahi no comento siempre xq tengo un bebé y a veces solo hago tiempo de leerla.
GRACIAS de ♥.
Rory♡
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